martes, 4 de junio de 2013

os hijos de los inmigrantes, con el corazón español

Madrid - «Si alguien me dijera que no soy español le diría que me da igual. Lo soy. Me encanta vivir aquí, tengo muchos amigos, me resulta fácil el idioma y saco muy buenas notas, entre notables y sobresalientes», afirmó Andrei Cosmin Blagoci, un chico de 13 años hijo de padres inmigrantes que vino hace dos años de Rumanía y que hoy sueña con ser arquitecto. Como él hay cientos de miles de niños, que, a pesar de la crisis, no perciben discriminación alguna por ser hijos de inmigrantes y el 50 por ciento de ellos se siente español, como concluye el estudio «Investigación Longitudinal sobre la Segunda Generación en España» presentado ayer.
«Yo diría que mucho más del 50 por ciento de los niños nacidos o no en España se sienten españoles, sobre todo cuando vienen a edades tempranas», explicó Milagros Tovar, coordinadora de proyectos de refuerzo escolar de la Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados.
Tasa de abandono similar
Otra de las principales conclusiones que se desprenden del estudio –en el que se entrevistó a 7.000 hijos de extranjeros de entre 12 y 14 años en colegios de Madrid y Barcelona entre 2007 y 2008 y a los que se volvió a entrevistar (a más de 5.300) cuatro años después–, es que las segundas generaciones de extranjeros registran tasas similares de abandono escolar, aunque parten de hogares más modestos. En concreto, el 84,6 por ciento de los encuestados seguía estudiando en 2012 con una tasa de abandono escolar de sólo el 10 por ciento entre los nacidos en España, informó Ep. Los chinos y los dominicanos son los que registran una mayor tasa, aunque no hay evidencias de una relación entre el origen inmigrante de la familia y el abandono temprano, según el estudio.
Opinión que comparte Sergio Aguirre, vocal de la Asociación Latinoamericana de Comerciantes y Empresarios (ALCE): «Los niveles de integración y de buenos estudiantes son muy elevados, ya que tienen un gran espíritu de superación al ver el esfuerzo que realizan sus padres».
«Mis amigos son de todas partes, españoles, latinoamericanos... Yo nací aquí y si alguien me dijera que no soy español porque mis padres son dominicanos no le diría nada; yo soy español», aseguró Alejandro Acosta, cuya pasión a sus 12 años es el fútbol.
Y es que tanto a Andrei como a Alejandro les extraña la pregunta, lo que denota la integración que hay en España. «En España los casos de racismo son inferiores a la media europea. A pesar de la crisis, hay menos casos de racismo aquí que en los países del norte de Europa», concluyó Aguirre.
EN PRIMERA PERSONA
Ninoska Figueroa
15 años. Hija de padres ecuatorianos
«Lo mejor de España es la libertad»
Ninoska Figueroa llegó de Ecuador a los tres años, por lo que «claro, me siento española». Figueroa ha ido de visita a Ecuador, pero sus raíces están aquí. «Tengo amigos españoles y latinos. Lo mejor de vivir en España es la libertad de poder hacer lo que quieras; lo peor, la crisis». Bueno... y haber repetido 3º. En su caso, tanto su madre como su padre tienen trabajo. Él, en la construcción. Ella, en una empresa que ayuda a personas mayores.fuenteshttp://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/2263665/sociedad/los-hijos-de-los-inmigrantes-con-el-corazon-e#.Ua44q9I9OSo

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