domingo, 27 de enero de 2013

La llegada de inmigrantes irregulares se desploma un 30 % por la crisis


La grave crisis económica que atraviesa España ha difuminado el efecto llamada de la inmigración irregular. La llegada de simpapeles a las costas españolas disminuyó el pasado año un 30% con respecto a 2011, 3.804 personas frente a 5.441. Un porcentaje que se eleva al 90% si lo comparamos con 2006, el año de la denominada «crisis de los cayucos», cuando 39.180 inmigrantes alcanzaron por mar el territorio nacional.
El descenso de la llegada de embarcaciones tuvo especial repercusión en las Islas Canarias, a donde arribaron 173 personas el pasado año, un dato similar al registrado en 1997 y, por ejemplo, muy lejano a los 2.246 de 2009, cuando los efectos de la crisis económica ya se dejaban sentir.
Otro dato significativo es el hecho de que en 2012 no haya llegado ninguna embarcación a Canarias con inmigrantes irregulares desde Senegal y tan sólo un cayuco desde Mauritania. Dos de los países donde la presión policial sobre las mafias que trafican con seres humanos es más efectiva, según el Ministerio del Interior.
El debilitamiento del efecto llamada también se ha dejado sentir en Ceuta y Melilla, aunque la presión migratoria sigue estando muy presente con las «bolsas de miles» de subsaharianos que esperan en el norte de Marruecos en condiciones infrahumanas. Los inmigrantes irregulares que intentaron acceder a las ciudades norteafricanas a nado, ocultos en vehículos o medios de transporte o bien vulnerando el perímetro fronterizo llegaron a 2.841 el pasado año, lo que supone una disminución del 15%.
Repatriados
En cuanto a repatriaciones de inmigrantes irregulares, Interior realizó a lo largo del año pasado 26.457 mientras que en 2011 la cifra se situó en 30.792, lo que supone una disminución del 16%. Este descenso se justifica por la caída del flujo de llegadas de personas en situación irregular.
Las denegaciones de entrada -personas rechazadas en los puestos fronterizos habilitados, como por ejemplo, puertos y aeropuertos- descendieron un 22% hasta las 8.647 personas y las readmisiones -personas que han cruzado la frontera entre España y Francia, y España y Portugal, y que han sido interceptadas y devueltas al país del que ha salido en virtud de los acuerdos con estos dos países- aumentaron un 10%, hasta las 1.409 personas.
Durante 2012 se produjeron, además, 10.130 expulsiones -personas interceptadas en una localidad española carente de documentación- mientras que en 2011 se registraron 11.358, por lo que el descenso se situó en el 11%. También fue importante la disminución de la mortalidad, pese a que el año pasado fallecieron en su intento de llegar a España 34 personas.
El ministro Jorge Fernández Díaz aseguró que las cifras del año pasado son las mejores de los últimos 12 y aunque España ha perdido atractivo para los inmigrantes por la crisis económica, sigue siendo un «paraíso» para esas personas que viven en condiciones «inhumanas» en los países africanos.
La prioridad de Interior, añadió el ministro, es expulsar a los inmigrantes que comenten delitos y «no acosar» a los que están de forma irregular, pero no delinquen. Fernández Díaz avanzó que el nuevo reglamento de los Centros de Internamiento de Extranjeros, que separarán físicamente a los extranjeros «sin papeles» con antecedentes penales o policiales de aquellos que solo han cometido una falta administrativa
fuentes www.lavozdegalicia.e

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