domingo, 20 de enero de 2013

Un millar de inmigrantes esperan en Canarias por un pasaporte español

JUDIT GONZÁLEZ No pueden acceder a una oposición, ni solicitar becas de estudio para sus hijos ni votar en España o viajar sin restricciones. Y además, corren el riesgo de que, si se quedan sin trabajo, pueden perder el permiso de residencia y por tanto se convertirán en sin papeles sin derecho a tarjeta sanitaria. En esta situación están medio millón de inmigrantes residentes en España, unos 1.000 afincados en Canarias, que desde hace más de dos años y medio –y en algunos casos hasta cuatro y cinco años– están pendientes de que el Ministerio de Justicia resuelva sus peticiones de nacionalidad por residencia. El aumento de flujo migratorio desde 1995 en el país y en especial la entrada masiva de inmigrantes en 2007 disparó las peticiones de pasaporte español, lo que provocó un atasco en la tramitación de las solicitudes que a día de hoy todavía no ha logrado resolver el departamento que dirige Alberto Ruiz Gallardón. Conseguir la nacionalidad española es cada vez más lento y complicado. Si antes la nacionalidad por residencia se resolvía en un plazo medio de entre 12 y 16 meses, ahora supera con creces los dos años. Algunos casos particulares pueden acumular un retraso de hasta cinco años. Aquellos inmigrantes que quieran obtener el permiso de residencia necesitan acreditar una oferta de empleo; si durante la tramitación de la nacionalidad se quedan sin trabajo se quedarían en una situación de irregularidad. Para tratar de solucionar el colapso de expedientes pendientes, el Ministerio de Justicia firmó un convenio en junio del año pasado con el Colegio de Registradores de la Propiedad, Mercantiles y de Bienes Inmuebles. Un total de 1.000 registradores se incorporaron a las oficinas para agilizar el papeleo. En aquel momento había 400.000 expedientes pendientes de resolver y desde entonces el número de nuevas peticiones supera las 10.000 cada mes. Aunque Gallardón se había propuesto en octubre atajar "antes del 31 de diciembre" una situación que él mismo calificó de "inadmisible" con alrededor de 500.000 peticiones de pasaporte español acumuladas en gigantes montañas de documentos. Además de la firma del convenio con los registradores, el plan de choque aprobado por el Gobierno central incluye la creación de una plataforma informática para centralizar el proceso y para que los trámites que realizan distintas áreas de la administración central tuvieran un único soporte, así como la digitalización de los expedientes de nacionalidad. El Ministerio de Justicia asegura que en verano "estarán en condiciones de cumplir con lo esperado". A partir de ahí, una vez superado el atasco, el nueva sistema de tramitación digital permitirá que los futuros casos estén listos en un plazo de entre seis meses y un año. Con el inicio del plan de choque, el Ministerio de Justicia se encontró con que cada año se registraba una media de 150.000 expedientes y que solo tenía la capacidad de resolver 120.000. De esta manera, suponía una bolsa de peticiones que se encontraban en espera que se iba hinchando cada año una media de 30.000 casos. La entrada masiva de inmigrantes entre 2007 y 2008 disparó los expedientes. En 2011 aún había centenares de miles de carpetas de años anteriores que continuaban en tramitación, la mayoría de ciudadanos de origen latinoamericano (sobre todo de Ecuador, Colombia y Perú), y de Marruecos. Un total de 5.392 concesiones en 2011 en las Islas Durante el año 2011 5.392 extranjeros obtuvieron la nacionalidad española en el Archipiélago. Uno de cada cuatro (1.028) lo consiguió tras un matrimonio con un español. El resto estuvo entre los diez años de residencia (3.621), dos años de residencia (456), nacidos en España (233), hijo o nieto de español de origen (34) y por otro motivo (10), según datos del Ministerio de Trabajo e Inmigración. En los últimos años, el número de inmigrantes que ha obtenido el pasaporte se ha incrementado en 4.000 personas en el Archipiélago. A pesar de la crisis económica que azota el país desde hace cuatro años, cada vez más inmigrantes optan por dejar atrás su país de origen y adoptar España como propio. Un total de 1.473 personas procedentes de Colombia consiguieron un pasaporte español en Canarias en 2011. Les siguen cubanos y venezolanos, con 706 y 559. Igualmente, argentinos y ecuatorianos también optaron por la nacionalidad española a pesar de la lejanía. Asimismo, el código civil establece que los ciudadanos de Hispanoamérica, Portugal, Filipinas, Andorra y Guinea Ecuatorial pueden conservar su nacionalidad de origen. El resto están obligados a renunciar. fuenteshttp://www.laopinion.es

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