Se han quedado atrapados en Málaga. Vinieron para trabajar y mejorar su situación y sus expectativas se vinieron abajo con la crisis económica en el país de acogida. Pero ahora tampoco pueden volver a su tierra. Lo que les resta de desempleo o el dinero que ganan en negro con chapuzas o la limpieza de casas, apenas les llega para el alquiler de la vivienda y la comida. Algunos, a pesar de todo, tienen que mandar dinero a casa, donde la familia se ocupa de sus hijos, a los que apenas han visto crecer. Lo que les resta no les da ni mucho menos para comprarse el billete de avión.
Es la historia de muchos inmigrantes, la mayoría latinoamericanos, que se han acogido al programa de Retorno Voluntario que ofrece la Secretaría General de Inmigración y Emigración y con el que, desde que comenzó la crisis, se han marchado de Málaga más de medio millar de personas. Esta alternativa planteaba dos fórmulas: la ayuda a los inmigrantes sin recursos (retorno humanitario), o las ayudas complementarias al anticipo de la prestación contributiva por desempleo (APRE).
Ausencia de fondos
El más común en Málaga, según fuentes de Cruz Roja -una de las ONG que tramitan estas solicitudes-, es el retorno voluntario... al menos hasta ahora. La paralización del programa por falta de fondos desde el pasado mes de abril denunciada por Cruz Roja y la Organización Internacional de Migraciones (OIM), ha impedido la salida de inmigrantes en situación de especial vulnerabilidad. Y no es la primera vez que las asociaciones dejan de recibir los fondos para este plan. El año pasado, Cruz Roja Málaga ya alertó sobre la congelación del programa y sus consecuencias.
Hace solo unas semanas, el Retorno Voluntario volvió a ponerse en marcha. Pero los retrasos han provocado una lista de espera de más de un centenar de personas que podrían tener que esperar meses antes de poder marcharse. Y eso sin contar con ACCEM, que también participa en este plan y no pudo facilitar sus cifras a este periódico.
Incertidumbre
La situación ha provocado una gran incertidumbre entre la población inmigrante, tal y como explica la técnica de Cruz Roja, Karen Ruiz. «Los inmigrantes seguían haciendo sus solicitudes pero llegó un momento en el que dejamos de recibirlas ante las dudas sobre si se volvería a activar», señala. En Málaga Acoge, Carmen Pérez explica que también en su asociación hay muchos inmigrantes interesados en esta opción.
Según los datos de Cruz Roja, en lo que llevamos de año, se han gestionado 26 expedientes de retorno humanitario con el que se han marchado 71 personas, frente a los 38 expedientes y las 120 personas de 2011. En 2012, solo una persona se marchó con el adelanto del desempleo. Se han recibido 99 solicitudes, frente a las 244 de hace un año.
Fuentes: http://www.diariosur.es
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