El padrón municipal cerró 2012 con 5.552 habitantes extranjeros
Ourense no es ajena al fenómeno de descenso en el número de habitantes extranjeros que, motivados por las malas perspectivas económicas y las dificultades para encontrar trabajo, están abandonando el territorio español. Tanto la provincia en general, como la capital, han notado cómo desde hace poco más de dos años la cifra de inmigrantes empadronados sufre una sangría constante. En el caso del Concello de Ourense ese descenso se cifra en medio millar en apenas 30 meses.
En los servicios municipales que atienden a esta población inmigrante no hay datos, sin embargo, sobre el alcance real del retorno, ya que entre los que desaparecen de ese registro oficial como extranjeros existe un porcentaje de nacionalizaciones.
Históricamente los movimientos migratorios, tanto de llegada como de salida, no suelen ser tan acusados en el territorio ourensano como en ciudades más industrializadas, sin embargo el descenso desde el 2010 es evidente.
Los datos del padrón y de las nacionalidades en él registradas ponen de manifiesto otra curiosidad: aumenta la cifra de países de origen representados. Así, si en julio del 2010 había 6.102 extranjeros empadronados en el municipio de la capital, procedentes de 86 países distintos, el 31 de diciembre del 2012 la cifra era de 5.552 personas pero de 91 orígenes. Portugal sigue siendo la nacionalidad mayoritaria, aunque es también de las que más ha perdido, pasando de 1.092 a 882 personas. Hay hasta 17 países con un único representante, y se ha perdido a los que quedaban de Sierra Leona, Túnez, Kirguistán o Israel, que ya no tienen súbditos en la ciudad. Por continentes, América es el que más suma. Entre los europeos, Italia, con 147, es la segunda colonia tras Rumanía.
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