viernes, 15 de febrero de 2013

El fenómeno migratorio se reinventa: del salto a la valla al coche "kamikaze


La desesperación de muchos inmigrantes, unida al deseo de las mafias de mantener su negocio, obliga a reinventar constantemente las formas de entrada a territorio español y que, en Melilla, adquiere distintas variantes, desde el salto a la valle al coche kamikaze. 
En menos de una semana, Melilla ha sido un claro ejemplo de las múltiples vías de entrada que utilizan los inmigrantes y quienes los dirigen para acceder a España.

El martes, dos inmigrantes accedieron a la ciudad jugándose la vida ocultos en un doble fondo de un coche; el jueves otros nueve lo hicieron en un coche "kamikaze" que se saltó los controles fronterizos; el viernes200 subsaharianos lo intentaron asaltando la valla fronteriza,aunque fueron repelidos por Marruecos; y el sábado otros 15 subsaharianos arribaron a una playa a bordo de una patera.

De todas estas fórmulas la más llamativa por lo novedoso del sistema y por el riesgo que conlleva es la del vehículo "kamikaze".

En diciembre de 2011, doce inmigrantes trataron de acceder en una furgoneta conducida por un marroquí que no atendió los requerimientos de alto dados por la policía de Marruecos.

Desde entonces, no se había repetido un hecho similar hasta el pasado 21 de enero, cuando un coche con ocho subsaharianos, entre ellos dos mujeres, se saltaron los controles policiales del puesto fronterizo de Beni Enzar y llegaron a la ciudad.

El pasado 7 de febrero, por primera vez, la Delegación del Gobierno, en un comunicado, usó el término de "vehículo kamikaze". 

Las cámaras que custodian Beni Enzar grabaron perfectamente cómo un vehículo ocupado por nueve inmigrantes, uno de ellos al volante, se dirigía contra las verjas de seguridad del puesto fronterizo, que fueron cerradas tras la advertencia de la policía marroquí.

El coche desobedeció todas las órdenes y finalmente impactó contra la reja, que quedó dañada, por lo que se detuvo al inmigrante que conducía.

Según han señalado fuentes policiales, los inmigrantes pusieron en riesgo no sólo sus vidas, sino las de los agentes que estaban de servicio y de las personas que se disponían a cruzar la frontera.

De hecho, tres agentes marroquíes y otros dos españoles resultaron heridos a consecuencia de este incidente.

El inmigrante que conducía sabía perfectamente lo que tenía que hacer, dirigiéndose incluso por el carril de salida de Melilla a Marruecos, en lugar de por el de entrada, según las fuentes.

Esta acción "violenta" ha sido condenada por el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, quien considera que este tipo de actuaciones están auspiciadas "por mafias sin escrúpulos".

Tanto el delegado como los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevan meses resaltando la "agresividad" con la que llegan ahora los inmigrantes, que, aseveran, vienen con la lección bien aprendida, instruidos por quienes se benefician de la desesperación de estas personas.

El fenómeno migratorio, aunque pasa por distintas fases, nunca cesa, al contrario, busca nuevas fórmulas y se reinventa, asumiendo a veces un riesgo demasiado alto.
fuentes http://www.heraldo.es

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