Tres personas han sido detenidas en Cáceres por la Policía Nacional por falsificar presuntamente contratos de trabajo con los que lograr la regularización de inmigrantes. Les cobraban entre 1.500 y 2.500 euros. Están acusados de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y falsificación documental.
Según informó ayer la policía, se habían detectado irregularidades en determinados documentos añadidos por ciudadanos extranjeros a sus expedientes para conseguir una autorización de residencia y trabajo por circunstancias excepcionales, consiguiendo así regularizar su situación en España.
La investigación se inició a mediados de diciembre por parte de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de Cáceres, con la participación también de la Oficina de Extranjería de la Subdelegación del Gobierno.
A raíz de las sospechas policiales, y tras la comprobación de esos expedientes, se detectó que había ciudadanos extranjeros que habían solicitado anteriormente la autorización de trabajo por circunstancias excepcionales, pero habían sido denegadas por problemas con el pago de la Seguridad Social de la empresa que en teoría iba a contratar a los dichos ciudadanos.
En este nuevo intento indicaban que trabajarían como empleadas de hogar para residentes españoles. La policía comprobó que las personas que constaban como empleadores en el precontrato presentado en la Oficina de Extranjeros «ni tan siquiera conocían a los ciudadanos extranjeros que supuestamente iban a contratar, y por supuesto no habían firmado ningún tipo de precontrato con nadie, ya que no necesitaban la empleada de hogar».
Con estos datos, continuó la investigación hasta que se logró identificar al supuesto cabecilla de la trama. Se trata de un ciudadano español de 30 años, que se encargaba de falsificar los documentos necesarios para solicitar la autorización de residencia y trabajo, lo que hacia con datos reales de ciudadanos españoles obtenidos fraudulentamente.
Junto al acusado trabajaba un ciudadano marroquí, de 53 años, encargado de captar a inmigrantes interesados en regularizar su situación en España, a cambio de una cantidad de dinero que oscilaba entre los 1.500 y los 2.500 euros.
También se ha detenido a una ciudadana marroquí, de 50, como presunta autora de un delito de falsificación documental.
La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.
Fuentes policiales indicaron ayer a este diario que este tipo de delitos relacionados con los procesos de regularización de inmigrantes «son relativamente frecuentes en Cáceres porque hay personas dispuestas a aprovecharse de un colectivo que resulta muy vulnerable».
fuentes http://www.hoy.es/v/20130202
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