Agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de El Natahoyo han detenido a tres personas -dos mujeres y un hombre-, acusadas de explotar a inmigrantes de origen boliviano que trabajaban en una nave industrial situada en el polígono de Tremañes, tal y como informaron ayer los portavoces de las dependencias policiales gijonesas.
La investigación que culminó con el arresto de estos acusados dio sus primeros pasos en el mes de noviembre. Fue entonces cuando la Policía recibió una denuncia acerca de la explotación de la que estaban siendo víctimas los inmigrantes, a los que sus jefes obligaban a trabajar desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde con un sueldo de 2,25 euros a la horas. Las víctimas no estaban dadas de alta en la seguridad social y, en algunas ocasiones, «eran cedidas a otras empresas como mercancía».
La Policía asegura que los empresarios detenidos se dedicaban a actividades relacionadas con la impresión y las artes gráficas y que no proporcionaban a sus trabajadores «ningún tipo de vestuario ni material de protección, quedando constancia que en la instalación se trabajaba con serigrafiado y la consiguiente emanación de vapores». Además, los agentes encargados de la investigación del caso denuncian que para calentar la nave se utilizaba una turbina que funcionaba con gasoil y que también afectaba a los trabajadores que se encontraban en las instalaciones. Cuando las víctimas no cumplían con las órdenes recibidas, se les obligaba a realizar otro tipo de trabajos manuales que en ocasiones llegaron incluso a provocarles lesiones leves.
El cabecilla de toda esta trama, un empresario de 66 años cuya identidad responde a las iniciales E. F. M., había dejado en su día deudas con la Seguridad Social por valor de 40.000 euros por lo que hace unos meses había decidido colocar al frente de la empresa a otra de las arrestadas, una mujer que siempre se había dedicado a la limpieza de las instalaciones de la empresa de artes gráficas y que además era la encargada del control de los trabajadores. La tercera detenida, por su parte, era la responsable de la supervisión de la producción y del pago a los trabajadores.
Los acusado están ahora imputados por un delito contra los derechos de los trabajadores. Todos ellos han sido puestos ya a disposición del juzgado que se encontraba realizando las labores de guardia.
fuentes http://www.lne.es/gijon
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